viernes, 9 de mayo de 2008

"EL LLANTO DEL MAR"

Al parecer, estaba muy confundida por todo lo que le venia sucediendo desde hace tres meses. Primero sus conflictos internos, ella no entendía por que tanta angustia, tanta depresión, tanta decepción de si misma y del mundo en el que le tocó vivir. Luego los problemas con su mamá; esa “COMUNICACION” entre ellas que mas bien parecía todo lo contrario, todo ese resentimiento y al mismo tiempo EL AMOR DE HIJA que la tenia tan deprimida. Y como eso no era poco, los conflictos con su enamorado, con quien ya tenía una relación de dos años pero que hace poco se estaba deteriorando y la magia se había empezado a esfumar. Ella necesitaba un lugar en el cual desahogarse sentirse ella misma, o alguien con quien hablar; quien la pueda escuchar plenamente y al mismo tiempo la analice para que le dé consejos de cómo solucionar sus conflictos, alguien quien fuera capaz de decirle justo lo que ella necesita oír.

Se pasó todo el día dándole vueltas en la cabeza a esas tristezas; se angustiaba, se deprimía, se confundía, renegaba y de vez en cuando lloraba. Llegó la noche y ya en su habitación o en “su nicho”, como muchas veces lo llamó su mama entre peleas; se recostó en su cama mirando el techo y abrazada a su muñeca; quien fue desde niña su único paño de lagrimas; sintió unas terribles e inaguantables ganas de llorar, y apretando su rostro en la muñeca para apagar su llanto, lo hizo, lloró amargamente como lo hacia todas las noches, sintiéndose frustrada y decepcionada de la vida.

En ese momento quiso fundirse en las aguas del mar; que, aunque era su lugar favorito le dieron ganas de morir en él. Su mente proyectaba las imágenes una a una; se vio caminado con los pies descalzos sobre la vereda, sintió como ese frío penetraba en sus pies descalzos, y el frió de su soledad en el alma,
- ¿Por qué?….Dime tú Dios mío por que esta infelicidad, por que tanta desdicha…- y lloró fuertemente.

Luego miro el mar, disfruto su inmensidad, su furia y quiso morir en él. Se fue adentrando en la arena y la sintió tan húmeda y rasposa; - Mírame Dios, esto es lo que quieres para mí.

Poco a poco se acerco a las orillas del mar, mientras cambiaba de posición, sin soltar su muñeca se puso boca arriba.
- Más te miro y más me provoca morir sumergirme en tus aguas y que así se apague mi vida en el lugar más bello…;

Y empuñando sus manos como queriendo demostrar la cólera que tenia grito,

- Dios mío tú tan inmenso me ves desde lo alto del cielo por que, dime por que esto me esta pasando. Sé que me he alejado de ti pero no te abandoné del todo, siempre te hablé; se también que cometí mil errores pero me arrepentí y te pedí perdón. Si me amas como dices ayúdame y muéstrame tu presencia, ya no puedo más...

Quiero sentirme bien pero aun no puedo, no se que me falta no se que necesito.

De repente así como así, la marea bajó, se calmó, como si Dios en su inmensidad le pidiera que también se calmara,
- No soporto más, ¿Por qué?!!! , gritó; arañando con las manos la arena húmeda de la orilla; ya basta no doy más, no quiero más, ¡ya!, por piedad, dame el valor para deshacerme de mi misma…

Con los ojos llenitos de lágrimas, de llanto de mar, se fue sumergiendo poco a poco en él y sintió como su bata se humedecía y su cuerpo se estremecía al sentir el agua fría. Caminaba lentamente como esperando que alguien la detenga. En ese momento alguien toco la puerta de su habitación, pero ella no contestó. En su mente seguía avanzando hasta que se dejó caer en el agua. Hundió su cabeza y en su mente le decía a Dios:
- Ya, arráncame la vida, quiero descansar, reposar a tu lado, estoy harta de esta vida tan vacía, tan llena de nada.

Sentía como poco a poco su cuerpo era golpeado por las olas y al mismo tiempo era arrastrado, lo que no sabía era si a la orilla o hacia adentro. Quedó inconciente.

Pasado el rato despertó y creyó sentir que su cuerpo aun flotaba pero no fue así, su cuerpo estaba varado en la orilla. Mirando hacia el cielo pudo notar que parpadeaban débilmente tres pequeñas estrellas y lloro muy fuerte, sintió que eran sus tres estrellas, sus tres ángeles que la querían proteger y evitar que cometiera una locura.

- Dios, eso son mis tres angelitos, tu los has enviado para ayudarme ¿verdad?, tu me quieres viva, ¿Por qué, con que motivo?

De repente vio en su imaginación la silueta de una persona que la levantaba y la abrazaba fuertemente, susurrándole al oído; ya cálmate, todo se acabó. Mientras tanto la puerta de su habitación era tamboreada fuertemente y una vocecita casi llorando le decía:
- Hermanita, abre por favor que te pasa por que no me contestas, me estas asustando no quiero que te pase nada.

Era su pequeño hermano quien con apenas 6 años era su mayor aliciente, era lo más fuerte que la retenía en este mundo.
- Ya no te asustes, tranquilo, solo estaba durmiendo.
- ¿sigues triste por que peleaste con mi mamá?
- Si algo, pero solo quiero dormir.
- Ya, esta bien, pero no me vuelvas a asustar.
- Ya bebé.

Se sumergió nuevamente en sus imágenes…
- no debe haber motivo para que estés llorando, no te maltrates esos ojos tan hermoso que tienes, ten ponte mi casaca que hace frió, mírate estas toda empapada.
- Yo, yo, no se, quiero quedarme aquí.
- Pero te resfriaras.
- No, déjame aquí, vete.
- Me quedare contigo.

Al levantar la cara se dió cuenta que era su novio quien en sus sueños le estaba hablando y se sintió bien nuevamente, se refugió en sus brazos y él toco suavemente su mejilla, ella se reposó en su mano y se calmó por completo.
- vamos pequeña, vamos a casa.
De pronto vio que el cielo se aclaró y que el sol brillaba para los dos.

A la mañana siguiente se despertó, salio de su cuarto y se abrazó a su hermanito quien todavía dormía, luego se alistó y salió despavorida buscando a quien le demostró que hasta en sueños la protegía con su amor.

Después de un largo beso le pregunto:
- Hola princesa, que sucede, ¿te paso algo?
- Algo maravilloso amor, tuve un sueño precioso en el que estabas tú,
- Así, cuéntame…
- No primero dime si me amas
- Claro que si, ¿Por qué?, tienes dudas.
- No solo quería escucharte decirlo
Lo abrazo y le comenzó a contar lo sucedido en sueños, pero ya mas calmada y con ganas de vivir.



1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENA.. SIGUE ASI...
AUNQUE FUE UNA FINAL...ALGO INCIERTO PERO.. VAS BIEN